Revive el icónico tiroteo de la película El Padrino con esta réplica en miniatura del Cadillac Fleetwood Serie 60 1955.
Este coche a escala 1/64 es un símbolo de poder, riqueza y estatus, que refleja la atmósfera y el estilo de vida de la familia Corleone.
El coche en miniatura de El Padrino:
- Película: El Padrino (The Godfather, 1972)
- Personaje: Vito “Corleone” Andolini (Marlon Brando)
- Modelo: Cadillac Fleetwood Serie 60 1955
- Escala: 1/64
- Material: Carrocería de aleación metálica e interiores plásticos
- Dimensiones: Un coche a escala 1/64 mide de largo entre 5 y 7 cm aprox.
- Color: Negro
- Embalaje: Blister sellado con imagen temática
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El coche en la película El Padrino:
El Cadillac Fleetwood Serie 60 de 1955 aparece en varias escenas de El Padrino (The Godfather, 1972), una de las películas más icónicas del cine. Este lujoso automóvil refleja el poder, control y posición social de la familia Corleone.
El Cadillac Fleetwood es un sedán de lujo con un diseño imponente y elegante, típico de los coches de alta gama de los década de 1950. Llama la atención por su carrocería larga, los brillantes detalles cromados y su interior de cuero y madera. Era muy valorado por su comodidad, con amplitud y acabados lujosos. Reflejaba la clase de quienes lo poseían.
En El Padrino, el Cadillac Fleetwood Serie 60 se relaciona con la fortuna y el poder de la familia Corleone. Se considera un símbolo de éxito, y su presencia da a entender la influencia y el control de la familia sobre su entorno. Además, el uso de este coche acompaña a la estética del período.
El Cadillac Fleetwood aparece en una de las secuencias más memorables y cruciales de la película, el tiroteo contra Vito Corleone (Marlon Brando). En la escena, “el Padrino» compra unas naranjas en una pequeña tienda en Little Italy, acompañado por su hijo Fredo (John Cazale). Este fruta que simboliza la muerte en la película, por lo que se convierte en un presagio de lo que va a suceder. Cuando Vito Corleone regresa a su automóvil, dos hombres armados enviados por un enemigo de la familia se acercan sigilosamente. Vito intenta escapar, pero los asesinos le disparan varias veces a quemarropa.
Esta escena, rodada magistralmente por Coppola, es una de las más icónicas de la historia del cine.
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