El Aston Martin DB5 utilizado en la película Goldfinger (1964), en la que Sean Connery interpretó a James Bond, es uno de los coches más legendarios del cine. Fue un símbolo del estilo y sofisticación de Bond y rápidamente se convirtió en uno de los coches más famosos y codiciados del mundo. Tanto, que en 1997 fue robado de la colección privada a la que pertenecía. Te contamos todos los detalles de esta intrigante historia.
El Aston Martin de Goldfinger
Empecemos por el principio. Aunque el primer coche que condujo James Bond en las novelas era un Bentley, Ian Fleming introdujo el Aston Martin DB3 en Goldfinger, siguiendo la sugerencia de un fan. Desde entonces, 007 y Aston Martin han sido inseparables.
En la versión cinematográfica de Goldfinger (1964), el DB3 se sustituyó por el que era en esos momentos el último modelo de Aston Martin: el DB5. Este lujoso modelo era muy avanzado para su época, incluso sin los gadgets de Bond. Equipado con un motor de seis cilindros y carrocería de aluminio, el DB5 podía alcanzar los 233 km/h.
Aston Martin proporcionó dos DB5 para el rodaje de Goldfinger: uno para las escenas de acción y otro para las tomas publicitarias y de exhibición. Fue el primero en incorporar los famosos gadgets de Q. Tras el éxito de Goldfinger, el DB5 se volvió inseparable de la imagen de Bond.
Qué fue del Aston Martin DB5 de Goldfinger
Tras el rodaje, el coche se devolvió a Aston Martin y luego vendido a un coleccionista privado en Estados Unidos. En 1986, el coleccionista Anthony Pugliese III compró el coche por alrededor de 250,000 dólares. Durante años, permaneció en su colección privada, en un hangar de aeropuerto en Boca Ratón, Florida.
Debido a su estatus y asociación con Bond, el DB5 se revalorizó con el tiempo, alcanzando un valor estimado de varios millones de dólares.
El robo del coche de James Bond
En junio de 1997, el coche desapareció del hangar privado en el aeropuerto de Boca Ratón donde estaba guardado. Las circunstancias del robo son misteriosas, ya que el hangar no mostró signos claros de acceso forzado. La investigación posterior reveló que los ladrones probablemente utilizaron un tráiler para transportar el auto, dado su tamaño y peso.
No hubo pistas inmediatas y, a pesar de ser tan reconocible, el Aston Martin DB5 desapareció sin dejar rastro. El caso se volvió uno de los misterios más famosos en el mundo del coleccionismo de automóviles y del cine.
La desaparición del DB5 llevó a numerosas teorías. Algunos pensaron que el coche había sido desmontado para venderse por partes o que había sido trasladado al extranjero. Se sospechó también de un posible fraude a la compañía de seguros, que pagó a Pugliese alrededor de 4 millones de dólares por el Aston desaparecido. No obstante, la investigación policial parecía apuntar al robo por algún coleccionista privado para mantenerlo oculto en una colección secreta.
En 2019, Art Recovery International, una organización dedicada a recuperar arte y objetos de alto valor, ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información que condujera a su recuperación. Esto reavivó el interés por su desaparición, que dio rápidamente sus frutos ese mismo año. Ese mismo año se reportó un posible avistamiento del DB5 en Oriente Medio, específicamente en una colección privada en el Golfo Pérsico.
Art Recovery International continúa investigando el caso y rastreando pistas. No obstante, hasta ahora no ha habido una confirmación definitiva sobre el paradero del vehículo.
Valor y legado del Aston Martin DB5
Debido a su historia y conexión con James Bond, el Aston Martin DB5 de Goldfinger tiene un valor incalculable. Se estima que, si reapareciera, podría superar los 10 millones de dólares en subasta. Además, Aston Martin ha lanzado ediciones limitadas inspiradas en este modelo. Incluso versiones con algunos de los gadgets originales, como tributo al automóvil perdido.
Este Aston Martin DB5 sigue siendo un ícono cultural y representa el lujo, el misterio y la aventura característicos de James Bond. La historia de su robo ha hecho de él una leyenda moderna entre coleccionistas y fanáticos. Uno de los tesoros cinematográficos perdidos más intrigantes.
¿Conocías esta intrigante historia? ¿Con qué coche de cine te harías si tuvieras la oportunidad?