Escala: 
Fabricante: Greenlight Descripción
Revive el icónico tiroteo de la película El Padrino con esta réplica en miniatura del Cadillac Fleetwood Serie 60 1955.
Este coche a escala 1/43 es un símbolo de poder, estatus y control, que refleja la posición social de la familia Corleone dentro del mundo del crimen organizado.
Comprar el coche de Vito Corleone en miniatura:
- Película: El Padrino (The Godfather, 1972)
- Personaje: Vito “Corleone” Andolini (Marlon Brando)
- Modelo: Cadillac Fleetwood Serie 60 1955
- Escala: 1/43
- Fabricante: Greenlight
- Material: Coche de metal e interiores plásticos
- Escala 1/43 en cm: Un coche a escala 1/43 mide de largo entre 9 y 11 cm aprox.
- Color: Negro
- Embalaje: Urna transparente con peana
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El coche en la película El Padrino:
El Cadillac Fleetwood Serie 60 de 1955 aparece en varias escenas de El Padrino (The Godfather, 1972), una de las películas más emblemáticas del cine. Este lujoso automóvil refleja el poder, la riqueza y el estatus de la familia Corleone.
El Cadillac Fleetwood Serie 60 es un sedán de lujo con un diseño imponente y elegante, típico de los autos de alta gama de los años 50. Destacaba por su carrocería larga, los detalles de cromo brillante y su interior de cuero y madera. Era conocido por su comodidad, con amplio espacio y detalles lujosos. Reflejaba el estatus de quienes lo poseían.
En El Padrino, el Cadillac Fleetwood Serie 60 se asocia con la riqueza y el poder de la familia Corleone. Se considera un símbolo de éxito, y su presencia subraya la influencia y el control de la familia sobre su entorno. Además, el uso de este coche refuerza la estética del período.
El Cadillac Fleetwood aparece en una de las secuencias más icónicas y cruciales de la película, el tiroteo contra Vito Corleone. En la escena, “el Padrino» compra unas naranjas en un puesto callejero en Little Italy, acompañado por su hijo Fredo. Este fruta que se asocia simbólicamente con la muerte en la película, por lo que se convierte en un presagio de lo que va a ocurrir. Justo cuando Vito Corleone regresa a su coche, dos hombres armados enviados por un rival de la familia se acercan sigilosamente. Vito intenta escapar, pero los asesinos le disparan repetidamente a quemarropa.
Esta escena, rodada magistralmente por Coppola, es una de las más memorables de la historia del cine.
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