Escala: 
Fabricante: Descripción
Revive el icónico tiroteo de la película El Padrino con el Cadillac Fleetwood en miniatura.
Este coche a escala 1/18 es un símbolo de poder, riqueza y estatus, que refleja la atmósfera y el estilo de vida de la familia Corleone.
Comprar el coche de Vito Corleone en miniatura:
- Película: El Padrino (The Godfather, 1972)
- Personaje: Vito “Corleone” Andolini (Marlon Brando)
- Modelo: Cadillac Fleetwood Serie 60 1955
- Escala: 1/18
- Fabricante: Greenlight
- Piezas móviles: Las puertas delanteras se abren
- Material: Coche de metal e interiores plásticos
- Escala 1/18 en cm: Un coche a escala 1/18 mide de largo de 22 a 27 cm aprox.
- Color: Negro
- Embalaje: Caja de cartón expositora
Descubre todos los coches de la película El Padrino a escala.
El coche en la película El Padrino:
El Cadillac Fleetwood Serie 60 de 1955 aparece en varias escenas de El Padrino (The Godfather, 1972), una de las películas más míticas del cine. Este modelo de lujo refleja el poder, control y posición social de la familia Corleone.
El Cadillac Fleetwood es un sedán de alta gama con un imponente y elegante diseño, característico de los coches de lujo de los años ciuncuenta. Llamaba la atención por los brillantes cromados, su carrocería larga y sus acabados interiores de madera y cuero. Era muy valorado por su comodidad, amplitud y lujosos acabados. Se consideraba un signo de clase para quienes lo poseían.
En El Padrino, el Cadillac Fleetwood Serie 60 refleja el poder y fortuna de los Corleone. Refleja su éxito y la influencia y el control de la familia sobre su entorno. Además, sirve para ambientar con la estética de la época.
El Cadillac Fleetwood aparece en una de las secuencias más icónicas y determinantes de la película, el tiroteo contra Vito Corleone (Marlon Brando). En la escena, “el Padrino» compra unas naranjas en una pequeña frutería en Little Italy, acompañado por su hijo Fredo (John Cazale). Este fruta, que simbolizará la muerte en la película, se convierte en un presagio de lo que va a suceder. Cuando Vito Corleone regresa a su Cadillac, dos matones armados se acercan sigilosamente. Vito intenta escapar, pero recibe varios tiros a quemarropa. Esta secuencia, rodada magistralmente por Coppola, es una de las más míticas de la historia del cine.
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