El Cadillac rosa de Elvis: lujo sobre ruedas
El Cadillac Fleetwood Serie 60 rosa de Elvis Presley es uno de los coches más conocidos de la historia de la música y un símbolo inseparable de su imagen pública. Regalado por Elvis a su madre, Gladys Presley, este automóvil representaba el éxito temprano del artista y su gusto por el lujo deslumbrante. Su llamativo color rosa lo convirtió en una extensión del carisma y la personalidad única del Rey del Rock and Roll.
El Cadillac Fleetwood de Elvis, un coche a la altura de una estrella
El Fleetwood Serie 60 era, en los años 50, uno de los modelos más exclusivos de Cadillac. Con una carrocería larga y elegante, interiores amplios y acabados de alta gama, era un símbolo de confort y sofisticación. Bajo el capó, un potente motor V8, ideal para recorrer largas distancias con suavidad. Este modelo encajaba perfectamente con el ascenso meteórico meteórico de Elvis y su nueva vida como superestrella.
El Cadillac de Elvis y su icónico color rosa
El tono rosado del Cadillac no fue una excéntrica casualidad. Aunque originalmente el Cadillac de Elvis era azul y negro, Elvis decidió repintarlo inspirado por su propia canción “Baby, Let’s Play House”, que menciona un Cadillac rosa. En una época en la que la mayoría de los coches eran negros, blancos o grises, Elvis apostó por un tono rompedor que atrajera todas las miradas. Este detalle reforzó su imagen rebelde y adelantada a su tiempo, convirtiendo el auto en un icono cultural.
El primer coche de Elvis: de regalo familiar a leyenda cultural
Aunque el coche fue comprado inicialmente como un gesto de cariño hacia su madre, con el paso del tiempo el Cadillac rosa quedó ligado para siempre a la imagen de Elvis. Apareció en fotografías promocionales, artículos de prensa y exposiciones, consolidándose como parte de su mito. Tras la muerte de Gladys, el automóvil pasó a formar parte de la colección histórica asociada al cantante.
El coche de Elvis en la película
En el biopic Elvis (2022) dirigido por Baz Luhrmann, el Cadillac Fleetwood Serie 60 rosa aparece como un poderoso símbolo visual del ascenso del cantante y de la construcción de su mito. La película recrea el momento en el que Elvis adquiere el coche para su madre, subrayando tanto su generosidad como su repentina entrada en el mundo del lujo y la fama. El Cadillac, con su llamativo color rosa, funciona como un recurso narrativo que marca la transición de un joven humilde de Memphis a una estrella capaz de desafiar los estereotipos estéticos y sociales de su época, reforzando la imagen de Elvis como un icono cultural adelantado a su tiempo.
El coche de Elvis: un símbolo eterno del Rock and Roll
Hoy, el Cadillac Fleetwood rosa de Elvis es mucho más que un automóvil clásico: es un emblema del sueño americano, del éxito fulgurante y de la extravagancia que definió al artista. Su imagen sigue inspirando reproeducciones, miniaturas y homenajes, recordando que, como Elvis, este coche estaba destinado a no pasar nunca desapercibido.